Cuando pintamos una superficie uno de los factores mas importantes para obtener un buen resultado final es que no se desprenda la pintura de la superficie en la que la aplicamos o dicho de otro modo que haya adherencia. Puede haber varias razones por las que esto puede ocurrir y algunas de ellas voy a intentar explicar en este pequeño artículo.

Las pinturas se componen principalmente de un pigmento diluido en un medio o vehículo acuoso que mantiene las partículas aglutinadas en una película para poder extender el pigmento sobre una superficie, ya sea madera, yeso, un lienzo etc. La pintura cumple ademas una función esencial y de la que aquí vamos a hablar; la adhesiva.

En el campo que aquí nos compete hablaremos de pinturas acrílicas, comúnmente llamadas plásticas que usamos para pintar las paredes. Estas pinturas están fabricadas con una resina sintética. En resumen una pintura plástica esta compuesta básicamente del pigmento, el vehículo o medio, el diluyente (agua u otros tipos de disolventes), cargas de diferente calidad y aditivos diversos. En la medida en que una pintura se fabrica con mas o menos calidad y cantidad de estos elementos conseguiremos que la pintura tenga mayor o menor adherencia.
El otro factor importante a la hora de asegurarnos no tener problemas futuros está en la correcta preparación de la superficie donde vamos a trabajar, ya sea mediante lijado previo para abrir poro o con la aplicación de una imprimación. Del mismo modo que unas ruedas patinan sobre el hielo la pintura hará lo mismo sobre una base demasiado lisa.

En conclusión hay dos factores importantes a la hora de realizar correctamente un trabajo, calidad del material y una preparación adecuada. Si cuidamos esos dos aspectos nos aseguraremos un buen acabado.